LA EPÍSTOLA DEL APÓSTOL SAN PABLO A TITO
INTRODUCCIÓN
Tito
La conversión de Tito fue resultado de la predicación de Pablo en Antioquía de Siria. A Pablo debemos también cuanto sabemos acerca del carácter, personalidad y ministerio de aquel amigo y colaborador suyo, al que llama «verdadero hijo en la común fe» (
1.4
). El apóstol lo menciona en tres de sus epístolas (
2 Co. 2.13
7.6-7
13-14
8.6
16
23
12.18
Gá. 2.1
3
2 Ti. 4.10
), y le dirige la presente.
El libro de los Hechos, sin embargo, no contiene ninguna referencia a Tito, a pesar de haber sido compañero de Pablo en su viaje a Jerusalén cuando tuvo lugar el llamado «concilio de los apóstoles» (
Hch. 15.4-29
Gá. 2.1
). Y es seguro que su presencia allí representó un papel relevante en apoyo de las razones de Pedro, Pablo, Jacobo y otros, frente a quienes pretendían que los gentiles, para llegar a ser cristianos, se sometieran antes a la ley mosaica (
Hch. 15.1
5
Gá. 2.3
).
Andando el tiempo, el apóstol confió a Tito misiones tan delicadas como poner orden en la iglesia de Corinto (
2 Co. 2.13
7.6-7
13-14
8.6
16
23
12.18
) y organizar la vida de la comunidad cristiana de la isla de Creta (
Tit. 1.5
). También visitó Dalmacia, al norte del litoral adriático (
2 Ti. 4.10
), visita de la que no ha quedado información. Pablo, que pensaba pasar el invierno en Nicópolis, le rogó que fuera allá a estar con él (
Tit. 3.12
).
Contenido y estructura
La
Epístola a Tito
(Tit), que le fue enviada cuando se hallaba en Creta, está muy relacionada con
1 Timoteo
en lo que respecta a los temas que considera y al estilo literario. Después del saludo inicial (
1.1-4
), Pablo instruye a su discípulo acerca de las condiciones personales que han de darse en los creyentes, especialmente en los llamados a asumir responsabilidades en la iglesia. Le insta también a reprender a los «contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión» (
1.10
1.14
). De este modo se refiere, por una parte, a falsos maestros que con sus enseñanzas trastornan «casas enteras» (
1.11
) y, por otra, a las actitudes hostiles adoptadas por algunos miembros de la numerosa colonia judía de Creta (
1.5-11
).
La mala fama de los cretenses era proverbial. Pablo, citando a este respecto al poeta griego Epiménides (s. VI a.C.), a quien llama «profeta», se expresa con dureza inusitada: «Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos» (
1.12-16
). Luego suaviza el tono de sus palabras para aconsejar a Tito sobre cuestiones pastorales y para animarlo a conducirse siempre de forma ejemplar ante todos los creyentes, cualesquiera que sean su edad, sexo o condición social (
2.7
; cf. 2.1—3.2).
Las enseñanzas sobre la justificación y la salvación por la gracia de Dios, y sobre la acción del Espíritu Santo (
2.10-11
14
3.4-7
), fundamentan la exhortación del apóstol a que Tito se muestre firme en el gobierno y edificación espiritual de la iglesia (
3.1-3
8-11
).
La carta concluye con algunas instrucciones personales y una breve fórmula de bendición (
3.12-15
).
Fecha y lugar de redacción
No se ha conservado información precisa acerca del lugar y ocasión en que fue redactada la
Epístola a Tito
. Algunos piensan que pudo ser enviada desde Macedonia, en fecha anterior al último y definitivo encarcelamiento de Pablo, entre los años 63 y 67 (véase
Introducción a 1 Timoteo
).
Esquema del contenido:
Salutación
(1.1-4)
Requisitos de ancianos y obispos
(1.5-16)
Enseñanza de la sana doctrina
(2.1-15)
Justificados por gracia
(3.1-11)
Instrucciones personales
(3.12-14)
Salutaciones y bendición final
(3.12-15)